belleza y saludSalud

Hacer dieta te hace ganar mucha grasa.

Hacer dieta te hace ganar mucha grasa.

Como alguien que escribe sobre alimentación y salud, a veces pregunto sobre el equivalente moderno de la crisis de salud provocada por el tabaquismo. ¿Qué estamos haciendo ahora que miraremos hacia atrás con horror, preguntándonos '¿Cómo no vimos daño?'

Mi respuesta es la dieta. Creo que dentro de 50 años nuestros nietos nos preguntarán por qué pensamos que la inanición a corto plazo era una forma efectiva de cambiar su peso de forma permanente. También podrían preguntarnos cómo nos obsesionamos tanto con hacer que la asombrosa variedad de cuerpos humanos tuvieran exactamente la misma forma y tamaño.

Casi la mitad de nosotros intentará una dieta para bajar de peso. Los estudios muestran que la mayoría de las personas que hacen dieta eventualmente recuperarán los kilos perdidos, y la mayoría terminará pesando más que antes. Los estudios de comportamiento a largo plazo han demostrado que la dieta es uno de los indicadores más fuertes del aumento de peso en el futuro. El trabajo en gemelos sugiere que este efecto puede ser causal. Irónicamente, nuestra obsesión por reducir la grasa hace que nos hagamos más grandes.

Hacer dieta te hace ganar mucha grasa.

Aunque los medios de comunicación quieren hacernos creer en la capacidad errática de la figura humana, la gordura corporal rara vez está bajo nuestro control. Una y otra vez, nuestros genes han demostrado ser uno de los predictores más poderosos de cuánto pesamos, y cuando los alimentos están disponibles libremente, el peso es una de las características hereditarias más estudiadas, en el mismo estadio que la altura. Hay muchos sistemas fisiológicos que contribuyen a esto. Por ejemplo, la leptina es una sustancia producida por nuestro tejido adiposo, y cuando perdemos peso, el nivel de esta poderosa hormona comienza a disminuir. Esto apunta a partes primitivas del cerebro, que nos obligan a comer más. Aunque los horarios más largos nos dan la ilusión de control, nuestro deseo de comer es muy similar a nuestra necesidad de respirar. Podemos controlarlo durante días, semanas o quizás meses. Pero al final, el hambre vencerá.

Para empeorar las cosas, las hormonas pueden reducir nuestra tasa metabólica en respuesta a la falta de alimentos, cerrando las funciones no esenciales de mantener las calorías. Estos regímenes se desarrollaron mucho antes que los famosos gurús de las dietas, y no se puede saber la diferencia entre la última dieta y la inanición que amenaza la vida. Es probable que mantener estas calorías provoque letargo, alteraciones del estado de ánimo y disminución de la función inmunológica.

Estas rondas de muerte pueden causar daños psicológicos, ya que las dietas fallidas se consideran fracasos en un mundo que pone la delgadez y la forma como el objetivo final. En lugar de seguir un camino fugaz hacia el fracaso, puede ser mejor pensar en qué podría mejorar nuestra salud, además de perder peso. Hacer ejercicio, comer alimentos de calidad, dejar de fumar, mejorar el sueño y reducir el estrés tienen el poder de hacernos más felices y saludables. Pero en una sociedad obsesionada con la grasa, esas cosas a menudo se descartan como si fueran bagatelas si no te hacen perder peso.

La grasa es vista como el único problema, con innumerables pacientes haciendo cola para vender sus productos. Todos los nutricionistas afirman tener la única solución real, y prometen arreglar finalmente nuestros cuerpos enfermos. Pero tal vez el verdadero problema no sea que aún no hayamos encontrado la dieta adecuada. Tal vez sea simplemente nuestra negativa a aceptar que la inanición temporal no es solo una forma efectiva de mejorar nuestra salud.

Artículos relacionados

Ir al botón superior
Suscríbete ahora gratis con Ana Salwa Recibirás nuestras novedades primero, y te enviaremos una notificación de cada nueva لا نعم
Medios de Comunicación Social Publicar Auto Desarrollado por: XYZScripts.com