Nueve comportamientos de los que deshacerse para ganarse el respeto

Nueve comportamientos de los que deshacerse para ganarse el respeto

Los expertos aconsejan eliminar nueve comportamientos para ganarse el respeto y el aprecio de los demás, de la siguiente manera:

1. Inflexibilidad

A medida que uno envejece, es fácil quedarse estancado en sus costumbres y puede resultar reconfortante apegarse a lo que uno sabe y evitar el cambio. Pero hay que tener cuidado, porque la rigidez muchas veces genera falta de respeto, porque el mundo está en constante evolución, al igual que las personas que viven en él. No ser flexible envía un mensaje de que la persona no está dispuesta a comprender y adaptarse a nuevas perspectivas o circunstancias. Por el contrario, una persona se considera sabia y no sólo una persona mayor, si es abierta y adaptable.

2. No escuchar

Algunas personas en algún momento de sus vidas creen saberlo todo, y cuando están manteniendo conversaciones con otras personas, las interrumpen a mitad de frase, convencidas de que su punto de vista es el único que importa. Pero a medida que uno crece, se da cuenta de que este comportamiento es inapropiado e incluso impide que uno aprenda y comprenda a los demás. Escuchar es una habilidad que requiere práctica y es crucial para ganarse el respeto.

3. Juzgar a los demás

Cada uno tiene sus propios puntos de vista y creencias, moldeados por sus experiencias y educación. Pero imponer estas creencias a los demás o juzgarlos basándose en los propios estándares no es un comportamiento digno de respeto. Un estudio, publicado en la revista Personality and Individual Differences, reveló que las personas que no juzgan experimentan niveles más bajos de ansiedad e ira y se ganan más respeto. La aceptación y la comprensión fomentan sentimientos de confianza y respeto y demuestran capacidad para la diversidad y respeto por la individualidad.

4. Guardar rencor

Es parte de la naturaleza humana que una persona sienta dolor cuando alguien le hace daño. Pero aferrarse a acontecimientos o desacuerdos pasados ​​hace más daño que bien. Priva la paz y también puede afectar negativamente a la salud. A medida que envejecemos, se vuelve más importante deshacerse de los rencores. El perdón no significa olvidar o pasar por alto el mal que se le ha hecho a una persona; es simplemente elegir no permitir que el dolor del pasado controle el presente y el futuro.

5. Sobrecrítica

Criticar constantemente a los demás por sus defectos no hace que una persona sea superior o inferior. Ser demasiado crítico puede alejar a los demás y, a menudo, genera resentimiento. Puede conducir a una relación enfermiza e irrespetuosa. La crítica constructiva, cuando se hace con tacto, puede ser útil y demuestra que uno se preocupa lo suficiente como para ayudar a alguien a mejorar.

6. Descuidar el cuidado personal

De hecho, descuidar las propias necesidades y el bienestar envía el mensaje de que la persona no se valora ni se respeta a sí misma. La preocupación de una persona por su salud física, bienestar emocional e intereses personales constituye un ejemplo positivo para quienes la rodean, además de mostrarles que merecen ser muy respetados.

7. Evite las disculpas

A algunas personas les resulta muy difícil disculparse, creyendo que admitir un error es debilidad. De hecho, expresar arrepentimiento cuando se comete un error hace que la persona sea fuerte, caracterizada por la honestidad, la humildad y la madurez.

8. Ignorar los sentimientos de los demás

La persona quiere sentirse escuchada y comprendida. Pero cuando ignora los sentimientos u opiniones de otras personas, las devalúa y las hace sentir sin importancia.
El rechazo puede ser tan simple como interrumpir a alguien mientras habla o tan complejo como menospreciar sus sentimientos o experiencias. De cualquier manera, es un comportamiento que puede dañar las relaciones y erosionar el respeto.

9. Evite el crecimiento personal

Todo el viaje de la vida tiene que ver con el crecimiento y el desarrollo. Pero a veces, a medida que uno envejece, comienza a resistirse a este crecimiento, prefiriendo la comodidad y la familiaridad a la incertidumbre del cambio. La verdad es que el crecimiento personal es un proceso que dura toda la vida. Se trata de aprendizaje continuo, desarrollo y esfuerzo por ser la mejor versión de uno mismo que uno desea ser.

Evitar el crecimiento personal puede conducir al estancamiento, tanto personalmente como ante los ojos de los demás. Pero aceptarlo demuestra que una persona tiene una mente abierta, se adapta y está dispuesta a aprender, cualidades dignas de respeto.

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