¡¡¡Los ejercicios de meditación no son aptos para todas las personas!!!

¡¡¡Los ejercicios de meditación no son aptos para todas las personas!!!

Si una persona sufre de las siguientes condiciones crónicas, la meditación puede no ser su mejor opción:

1- Ansiedad intensa:

La ansiedad puede convertir tu mundo interior en un desastre lleno de pensamientos intrusivos, pensamientos obsesivos, cavilaciones o paranoia. Dirigir su atención hacia adentro puede aumentar el temor y la incomodidad.

2- Depresión persistente:

Las personas con depresión tienden a aislarse, a retirarse del mundo y a pasar mucho tiempo solas. Y la práctica de la meditación puede alimentar una mayor soledad.

3- Trauma:

El trauma puede causarle ataques de pánico. Cuando ocurre un trauma, la mente tiende a dividirse, y tratar de calmar los pensamientos puede llevar a sentir que el trauma es un desafío insuperable.

4- Episodios psicóticos:

La psicosis generalmente se define como una interrupción en la experiencia de la realidad, lo que resulta en un sentido del yo inestable y frágil. La meditación puede exacerbar esta discontinuidad y exagerar las distorsiones.

5. Adicción activa:

Si alguien tiene una adicción activa, es difícil que cualquier forma de meditación o terapia sea efectiva. La meditación puede aumentar naturalmente las ansias de consumir drogas destructivas.

practicas no convencionales

Si a una persona le resulta intolerable la idea de practicar la meditación, puede comenzar a probar formas de meditación que atraigan su atención fuera de sí misma. Al asignarle una tarea o actividad en la que concentrarse que involucre experiencias sensoriales o estimulantes, atraerá la atención. sacar a la persona de sus pensamientos y obsesiones y darle un descanso de la angustia interior.

Por ejemplo, según Sean Grover, había un joven traumatizado por un accidente automovilístico que puso en peligro su vida. Sufría de ansiedad y síntomas de trastorno de estrés postraumático. Por mucho que intentaba meditar, no lograba calmar su mente, de hecho, se sentía peor con cada intento porque no había logrado meditar.

Entonces, un día, mientras organizaba su garaje, el joven encontró un pequeño trozo de pino recién talado. Sacó su navaja de bolsillo, se sentó en una caja y comenzó a tallar en la pieza de madera. Y descubrió que cada vez que hacía esta actividad, se sentía tranquilo. Pronto, el tallado en madera se convirtió en su método personal de práctica de meditación. Al principio, el joven talló artículos domésticos sencillos, como tenedores y cucharas, que se convirtieron en regalos para amigos y familiares. Más tarde, experimentó con proyectos más grandes y tomó lecciones de arte.

Practicar el método de meditación del joven redujo su ritmo cardíaco, mejoró su metabolismo, aclaró su mente e incluso le dio algo en lo que concentrarse además de su dolor.

actividades muy sencillas

Las actividades muy simples pueden ayudarlo a sentirse más tranquilo y conectado a tierra. Algunas formas no tradicionales incluyen caminar, pescar, nadar, surfear, dibujar, cocinar, hacer ejercicio, escribir, pintar, aprender habilidades o manualidades, andar en bicicleta, leer o hacer jardinería.