Aunque algunos la acusaron de no adherirse a las reglas de la familia real británica en el vestir y el comportamiento, Megan impuso su sencillez a todos, y a pesar de que descoordina los colores, pero es una mujer con un estilo muy especial y distintivo en eligiendo su ropa.
Ayer, Megan usó un vestido y un abrigo de Givenchy y, curiosamente, a pesar de haber elegido el negro, su apariencia parecía alegre y gentil.